[Susana] Los restos que encontramos son los de Anne.
[Begoña] Aún hay días que me parece verla por el pueblo.
Su abrigo de capucha.
Ese abrigo se le metió a tu madre en la cabeza porque se lo vio puesto alguna vez.
Imposible, era nuevo.
-[Begoña] Anne.
-Maite estaba embarazada.
Aquí pasa algo que no sé qué es.
!¡Ah!
Hey, no te rayes.
He tenido un hijo contigo.
¿Qué mejor que eso?
[mujer] ¿Qué hace aquí Joseba?
Los de la oposición lo quieren para las elecciones.
¿Cómo?
Estoy convencida de que llegó a algún acuerdo para salir sin que la carta se hiciera pública.
Una vez me dijiste que tenías muy buenos contactos en el Interior.
A lo mejor, si les llamas, te enteras de algo.
[Joseba] He estado seis años en la cárcel, ¿eh?
Por defender Euskal Herria.
¿Tu hermano es etarra?
Pregúntale por Ángel Barreiro.
Joder.
[Pedro] El forense ha encontrado esquirlas incrustadas en el cráneo.
Anne Otxoa murió por un golpe en la cabeza con un trozo de coral.
¿De dónde has sacado estas muestras?
Intenta localizar a la jueza Ruiz Montes y dile que tengo que hablar con ella.
[Jon] ¿Susana ha estado hoy aquí?
[Elena] Sí.
La dejé entrar.
Deberías hablar con ella.
¿Para qué?
Para contarle todo lo que sabes.
[neumáticos rechinan] Me has estado mintiendo todo este tiempo.
Sé que no la maté.
Ya no te creo, Jon.
[Jon] !¡No!
[Pedro] He localizado a la jueza Ruiz Montes, está esperando.
[Susana] Tengo que confirmar una cosa.
[Pedro] ¿Confirmar el qué?
Yo creo que me merezco una explicación.
Te mereces eso y mucho más.
[timbre de teléfono] [suena música de suspenso] Llama a la policía.
[graznidos] [voces en radio] [graznidos] [Sara] La verdad es que Susana era... una de esas personas que dejan huella.
¿Tú también la conocías?
[Sara] Sí.
Nos vimos varias veces en Bilbao, y nos llevábamos muy bien.
Tú eres Jon Aristegui, ¿verdad?
Sí.
-Pero no recuerdo... -No, no nos conocemos.
Pero me han hablado mucho de ti.
La mala fama me precede.
[Sara] Y tú pareces confirmarla.
Ya sabes, por eso de que el asesino vuelve siempre al lugar del crimen.
Este no es el lugar del crimen.
Aquí es donde la encontraron.
Si eso fuera cierto, tú también eres sospechosa.
Yo solo hago mi trabajo.
Sara Lopetegui.
Me envían de la Central para investigar el caso.
¿Sabes por qué está muerta Susana?
[Jon] Porque descubrió algo sobre Anne.
No.
Porque se confió.
Más concretamente, porque confió en ti.
Yo no la maté.
Eso te serviría con ella, conmigo las cosas han cambiado.
[suena música de intriga] [graznidos] [Sara] Sé que estabais muy unidos.
Igual conviene que te tomes unos días libres.
[Pedro] Tranquila, estoy bien.
Confirmado, aquí la mataron.
Ayer llovió por la tarde, pero por la noche paró.
Así que tenemos todas las huellas en el barro.
Hay dos tipos de huellas.
Una se corresponden a las de Susana.
De hecho, hay sangre junto a ellas.
Sospechamos que las otras son las de su atacante.
A primera vista, parecen unas botas de monte.
Todavía no sabemos si de hombre o de mujer.
¿Y su móvil?
¿Lo habéis encontrado?
[forense] Aquí no está.
¿Algo más que nos pueda servir?
El asesino arrastró el cuerpo hasta el borde del acantilado, y luego lo arrojó al agua.
Las corrientes hicieron el resto.
Bien.
Gracias.
Vamos a comisaría a recopilar todo lo que tenemos.
No nos llevará mucho tiempo.
Sé perfectamente quién ha sido.
[suena música de intriga] [puerta se cierra] [Jon] ¿Qué haces aquí, mamá?
Me he enterado lo de Susana.
¿Quién...?
¿Quién puede haber hecho algo así?
No lo sé.
Quizás la misma persona que mató a Anne.
¿Crees que deberíamos llamar a un abogado?
¿Por qué?
No sé, hijo.
Susana nos estaba investigando, y ahora aparece muerta.
¿Qué crees que pensará la policía?
¿La policía o tú?
¿Yo?
Lo único que no quiero es volver a vivir lo de hace seis años.
¿Hablaste con Susana?
¿Viste a Susana después de que habláramos con ella en el garaje?
Vino a verme, quería hablar conmigo.
¿De qué?
Cuando llegué aquí, fuiste la única persona que me tendió la mano.
Ojalá nunca lo hubieras hecho.
[Jon] Nada.
Cosas sin importancia.
Serían cosas sin importancia, pero te asustaron lo suficiente como para querer irte.
Te pido, por favor, que dejes el tema porque hoy no creo que sea el día.
Yo lo único que quiero es que no te pase nada, hijo.
Si puedes demostrar dónde estabas cuando ocurrió el crimen, no hay de qué preocuparse.
¿Qué te tengo que demostrar a ti?
Vamos, hazme la pregunta si crees que tengo algo que ver con lo ocurrido.
[suena música de intriga] Esto solo puede acabar de una manera, contigo en la cárcel.
[suena música de intriga] [forense] Todavía es muy pronto para sacar conclusiones hasta esperar a la autopsia definitiva.
Pero no necesitas esperar el informe para saber cómo murió, ¿verdad?
De momento, lo único que puedo decir es que la muerte fue provocada por una herida inciso penetrante profunda que tiene en el abdomen.
Y si este pudo acercarse a ella, eso significa que quizá la conociera.
O que no se lo esperaba.
Por eso pudo atacarla.
¿Hora de la muerte?
[forense] Es complicado.
El agua del mar estaba muy fría, por lo que se aceleró el rigor mortis.
[Sara] ¿Y algo aproximado?
La última vez que la vieron con vida fue a hacia las 21:20.
No pudo ocurrir mucho después.
Pienso que entre esa hora y las 12:00.
Pero en cuanto sepa algo más, te aviso.
[Sara] Sí, por favor.
-¿Algún problema?
-[Pedro] No.
Solo que me resulta raro verte ahí sentada.
En su sitio.
Pues, tendrás que ir acostumbrándote.
¿Qué tenemos hasta ahora?
Ayer Susana hizo varias cosas.
La primera de ellas, mandó a analizar unas esquirlas de coral, y en ellas había sangre de Anne Otxoa.
Encontró el arma del crimen.
[Pedro] Sí, pero no sabemos dónde.
No me dio explicaciones.
Pensaba que compartíais muchas cosas.
Ya.
Salvo en todo lo referente a Jon Aristegui.
Ese era terreno vedado.
Por eso creo que él tiene el coral, aunque Susana no me lo dijera.
¿Qué más?
[Pedro] Fue entonces cuando me pidió que localizara a la jueza Ruiz Montes.
Imagino que para pedir una orden de detención.
¿Contra Jon?
Estoy seguro de que sí, aunque no me lo dijo.
¿Y por qué no habló ella con la jueza?
No lo sé.
Estuvo mirando cosas en su portátil, y salió sin darme explicaciones.
Creo que descubrió algo.
-¿El qué?
-No lo sé.
Bueno, pues ya sabes lo que te toca.
Encuentra eso que le hizo salir corriendo e ir a reunirse con su asesino.
[suena música nostálgica] Joder.
Es una foto de hace seis años, de una de las partidas de búsqueda que se organizaron por Anne Otxoa.
¿Y qué llamó tanto la atención de Susana?
No lo sé, pero Jon sale en ella.
Ya tenemos los datos de la compañía del móvil de Susana.
Llamó a alguien poco antes de que la mataran.
Hijo de puta.
[suena música de intriga] !¡Eres un hijo de puta!
!¡Tú la mataste!
-Yo no la maté.
-!¡Ella confiaba en ti, cabrón, pero tú la estabas utilizando hasta que lo descubrió, y por eso está muerta!
Nunca le hubiera hecho daño.
¿No?
Te llamó poco antes de ser asesinada.
Quedó contigo.
¿O es que acaso lo vas a negar?
[Sara] Pedro.
Vas a tener que acompañarme a comisaría.
Registrad la casa de arriba a abajo.
Y tú quédate con ellos a ver si te tranquilizas.
[suena música de intriga] [graznidos] Tengo licor en el despacho por si quieres un poco para el café.
No.
No me apetece.
Pues, tienes cara de necesitarlo.
Es lo de esa pobre ertzaina.
Me ha afectado.
Sí, yo la conocía mucho.
Ha sido un duro golpe, la verdad.
No sabía que tenías relación con ella.
Desde lo del atentado, se preocupó mucho por nosotros.
Por Salvador y por mí.
De hecho, fue ella la que me puso en contacto con el grupo de apoyo al que voy.
No debió tener una vida fácil.
Su marido se quedó en estado vegetativo después de aquel accidente, y ella... decidió cuidar de él personalmente.
Si te sirve de consuelo, Susana siempre dijo que... que Jon fue uno de sus mayores apoyos cuando la destinaron aquí.
Confiaba mucho en él.
¿Y qué va a pasar ahora con su marido?
No sé.
Estará en su casa todavía.
Hay una mujer que se ocupa de él.
Merche, ya la conoces.
Pero no podrá dedicarse a él eternamente.
Imagino que encontrarán una solución.
Desgraciadamente, por muchas vueltas que le demos, nosotros no podemos hacer nada.
[chirrido metálico] [puerta se cierra] Egun on, mamá.
[Amaia] ¿Dónde has estado?
[Joseba] Pues, por ahí.
[Amaia] Eneko me ha dicho que no has dormido en casa.
[Joseba] Yo te estoy diciendo yo también, mamá.
¿Que vas a hacer ahora de funcionaria de prisiones?
¿Eh?
Entiende que me preocupe.
No sabemos nada de ti desde ayer.
He pasado la noche con Laia, ¿mh?
¿Más tranquila?
¿Te has enterado de lo de la ertzainza esa?
Susana.
No.
¿Qué ha pasado?
La han matado.
Esta noche.
Ya.
Pues, ¿qué quieres que te diga, mamá?
No me da ninguna pena.
Ya sabe lo que pienso yo de la policía.
A mí tampoco me caía bien, pero era buena gente.
¿Buena gente?
Mamá, en toda la puta vida el único poli bueno es el poli muerto.
[suena música de intriga] [Sara] ¿De qué hablasteis Susana y tú ayer por la tarde?
De nada en especial.
Quería repasar otra vez los movimientos del día que Anne desapareció.
-[Sara] ¿Y nada más?
-No.
[Sara] ¿No te habló de un coral?
No.
[Sara] Encontraron unas esquirlas de coral en el cráneo de Anne.
Y ayer Susana encontró ese coral.
Yo no sé nada de eso.
[Sara] El único lugar en el que pudo encontrarlo fue en tu casa.
Es allí a donde dijo que iba.
¿Crees que guardaría el arma del crimen durante seis años?
Si en su día dijiste la verdad, sí.
¿Cómo?
[Sara] El día que asesinaron a Anne dijiste no recordar nada debido a un golpe que te habían dado.
Sí.
Podrías no recordar haberla matado ni con qué.
Por eso ese coral podía haber estado en tu casa todo este tiempo.
Simplemente porque no sabías que era el arma del crimen.
No fue de eso de lo que hablamos.
Pues, algo tuvo que pasar para que quisiera hablar con la jueza Ruiz Montes.
Después de eso, ¿volviste a hablar con ella?
Me llamó sobre las 9:30.
[Sara] ¿Y qué quería?
Quedar conmigo, estaba muy nerviosa.
Había descubierto algo sobre el asesinato de Anne, y me lo quería contar en persona.
¿Y?
¿Qué pasó?
Que no fui.
Y esperas que me lo crea.
Piensa lo que quieras.
Y entonces, ¿qué hiciste?
Me quedé en casa.
¿Solo?
O sea, que no tienes coartada entre las 9:00 y las 12:00.
Voy a tener que detenerte, Jon.
Eso implica que se te revocará la fianza.
Ha venido alguien.
Deberías de escucharle.
Es importante.
[suena música de intriga] Llévatelo.
Acompáñame, Jon.
[Maite] Sí estuve con él a esas horas.
Le fui a esperar a su casa, y él llegó en su coche antes de las 9:00.
Y estuvimos hasta las 12:30 o 1:00.
Él no pudo matar a Susana.
¿Y por qué tendríamos que creerte?
Soy la hermana de Anne Otxoa.
Si alguien quiere que se sepa la verdad, esa soy yo.
[Sara] ¿Qué hacíais juntos a esas horas?
Teníamos algo de qué hablar.
¿Y por qué Jon no dijo nada?
No habrá querido perjudicarme.
-Tenéis una relación.
-[Maite] No.
No, no.
¿Entonces?
Si no tenéis nada que esconder, ¿a qué viene tanto secretismo?
Estoy embarazada.
De él.
Kaixo.
Sé lo que le pasó a tu padre, y lo siento mucho.
Entonces, entenderás que no quiero acercarme a tu familia.
Yo no soy mi familia, Leire.
-Ah, ¿no?
-[Eneko] No.
Pues, no había manera de alejarte de ellos.
Odio todo lo que ha hecho mi hermano, ¿vale?
Eso no va a hacer que mi padre vuelva.
Y además, si tanto le odias, no sé ni para qué le hablas.
Bueno, él ya lo ha pagado, ha estado en la cárcel.
¿Seis años?
¿Seis putos años?
No quiero ni imaginarme por lo que habréis pasado en tu familia, pero creo que llegará un momento en el que tendréis que mirar hacia adelante.
¿Y qué hago?
¿Eh?
Borro a mi padre, así como si nada.
Hacemos como si no hubiera ocurrido nada, y ya está, todos están contentos, ¿no?
Déjame en paz.
De verdad.
No quiero volver a verte.
[suena música de intriga] [suenan pitidos eléctricos] [suena timbre de puerta] -[Merche] Hola, Begoña.
-Hola, Merche.
¿Qué haces aquí?
Susana era muy amiga de mi hijo.
Ah, qué horror.
Pobre.
-Pero pasa, por favor.
-Gracias.
De nada.
Me dijeron que su marido estaba muy enfermo.
¿Qué va a pasar ahora con él?
Me haré cargo de él hasta que no lo ingresen en algún sitio.
¿No tiene familia?
Bueno, tiene algún pariente lejano, pero viven en el extranjero, Montevideo, y no quieren saber nada.
Y claro, para ingresarlo en alguna clínica privada hace falta dinero.
Claro.
Preparo la documentación de salida y lo tenemos.
-[Maite] ¿Todo bien?
--Sí.
No han presentado ningún cargo.
Gracias a tu colaboración.
Estad disponible las 24 horas y no se os ocurra salir del pueblo.
-[Maite] Javi.
-¿Qué?
¿Qué ha pasado?
Me han dicho que estabais aquí, pero no sabía si detenido o qué.
-¿Estás bien?
-[Maite] Sí, sí.
Es por lo de Susana.
¿Lo de Susana?
Pero ¿qué tienes tú que ver en lo de Susana?
Nada, preguntas de, de rutina.
Lo que sucede es que íbamos a detener a Jon, pero Maite le ha dado una coartada.
Estuvo con él anoche.
[Javier] ¿Anoche?
Pues, no me dijiste nada.
[Pedro] Pues, tiene un montón de cosas que contarte ahora que van a ser padres.
-¿Qué?
-Pedro.
Vamos.
[suena música de intriga] [Maite] Javi... Te dije que no quería tonterías.
Está relevado del caso.
No puedes hacerme esto.
Si sigues saltándote el procedimiento, nada de lo que hagamos será válido ante un tribunal.
¿Quieres que te asigne otro expediente o te vas directamente a casa?
[suena música de intriga] Hombre.
¿Qué?
Ya puedes ir haciéndome un sitio ahí, ¿eh?
El único sitio para ti es la cárcel.
Joder.
¿Todavía seguimos con ese rollo?
¿Eh?
Pues, así me vais a poner a huevo las elecciones.
Porque con ese discurso vais a aburrir todo el pueblo.
Sé que mataste a Susana.
Pero ¿qué hostias estás diciendo?
Que ella averiguó lo que hiciste.
Estás como una puta cabra, ¿eh?
Dicen que firmaste una carta de arrepentimiento.
[Joseba] Y esa carta nobel todo el mundo habla, pero nadie ha visto.
Claro, eso es lo raro.
Que esas cartas tienen que ser públicas.
Pues, igual es que no hay carta.
O que llegaste a algún otro tipo de acuerdo con las autoridades para salir de la cárcel.
Pero ¿qué acuerdo, tía?
Pero ¿qué estás diciendo?
No sé ni de qué me estás hablando.
¿Qué tiene que ver esto con Susana?
Yo le pedí a Susana que investigara a qué otro tipo de acuerdo pudiste llegar, debió de averiguarlo y ahora está muerta.
A ti lo que te pasa es que estás acojonada porque se te acaba el chollo en el ayuntamiento.
A mí no me das ningún miedo.
Pienso confirmar lo que descubrió Susana.
[suena música de intriga] Si verdad la querías, averigua qué es lo que descubrió antes de que la matasen.
Yo sé lo que pasó, que tú la mataste.
[Jon] Eso no es cierto.
Sabes que no es así.
Cuando me llamó, estaba contenta, tenía algo que contarme.
Llamó a una jueza para pedir una orden de detención.
Si averiguas qué es lo que descubrió, encontraremos a quién la mató.
[suena música de intriga] Jon.
Hola.
¿Qué haces aquí?
Vaya recibimiento.
No, perdóname, es que no, no pensaba que iba a ser tan rápido.
¿Pensabas que me iban a detener?
Sí.
Sí, estás en su punto de mira, y esta mañana, lo primero que han hecho es ir a por ti.
¿Qué ha pasado?
Que han comprobado que yo no pude matar a Susana, a pesar de que muchos se empeñen en creer lo contrario.
Sé que estuviste hablando con Susana y que se lo contaste todo.
¿Y qué querías que hiciera?
¿Mh?
Tienes información sobre un asesinato, cosas que la policía tiene que saber.
Son cosas que implican a mi familia, por eso las he ocultado.
Lo siento.
Has hecho lo correcto.
Yo no hubiese sido capaz.
En el fondo, te lo agradezco.
Me has quitado un peso de encima.
¿Se sabe algo?
¿Sospechan de quién ha podido matar a Susana?
[Jon] No.
De momento, no han averiguado nada.
Pero respecto a mi coartada, hay algo que debes saber.
¿Qué?
¿No vas a decir nada?
No hay mucho que decir.
Lo que pasó entre tú y Maite fue mucho antes de que tú y yo empezáramos, así que no puedo echarte nada en cara.
Pero te gustaría hacerlo.
Vas a tener un hijo con otra mujer.
¿Qué quieres que te diga?
[Jon] No voy a tener un hijo con otra mujer.
Lo que pasó entre Maite y yo es un error que ya no tiene marcha atrás, pero no cambia nada de lo que siento por ti.
Si pudiera cambiar el pasado, cambiaría tantas cosas.
Lo único que no cambiaría sería haberte conocido.
[suena música de intriga] Me tengo que ir.
[suena música de intriga] Javi, por favor, ¿podemos hablar?
Ocurrió solo una vez.
Debería habértelo dicho, pero... pero no me atreví, no, no sabía cómo hacerlo.
Me gustaría arreglar las cosas.
No podemos terminar así.
Yo no quería hacerte daño.
¿Está usted bien?
Sí.
¿Seguro?
¿Necesita que le ayude en algo?
No.
Si quiere poner una denuncia o lo que sea, yo le puedo ayudar.
No, gracias, estoy bien.
Gracias.
[suena música tensa] [timbre de teléfono] Sí.
Sí, soy yo.
[suena música dramática] ¿Tú qué te crees?
¿Que yo soy idiota?
¿O qué te pasa a ti?
¿Eh?
No, a ver, escúchame un momento, escúchame un momento.
Yo sé que ella estaba metiendo las putas narices.
Sí, las putas narices.
¿Tú sabes si ella se enteró de algo?
¿Cómo que igual sí?
Pero vamos a ver, que yo no hice lo que hice para que luego una puta entrometida lo jodiera todo.
Tú me diste tu palabra de que esto nadie lo sabría.
Tú me diste tu pa... ¿Con quién hablabas?
Con el puto abogado.
¿Qué pasa?
No pasa nada, mamá.
¿Tiene que ver con ella?
¿Con la ertzaina?
Pero ¿qué estás diciendo, mamá?
Que, desde que murió, te pasas el día entero mirando noticias sobre ella, y que estás más nervioso.
Pero ¿tú qué estás pensando?
¿Que he sido yo el que la ha matado?
¿Eh?
¿Qué es lo que nadie tendría que saber?
¿Tiene que ver con la carta?
Pero ¿qué puta mierda de casa es esta, hombre?
Que tengo menos intimidad que en la puta cárcel.
[suena música tensa] ¿Qué vamos a hacer con esto?
¿A qué te refieres?
Habrá que seguir investigando por qué lo imprimió Susana.
Hmm, no.
Ahora mismo no hay nada que investigar en esa foto.
Hombre, si a ella le ha parecido importante, yo creo que a nosotros nos debe de importar... No hay un nosotros, Pedro.
Métete eso en la cabeza.
Esa foto es un punto muerto.
[suena música tensa] [Sara] ¿Qué haces?
Estoy pasando los archivos de Susana a la red.
Pedro, sé que estás pasando por un mal momento, así que, si te parece, empezamos de cero.
Yo solo quiero saber lo que pasó.
[Sara] Y yo también.
Por eso creo que es mejor que te mantengas al margen y nos dejas trabajar.
¿Podrás hacerlo?
Sí, claro que sí.
Muy bien.
[suena música tensa] [pitido electrónico] [timbre de teléfono] ¿Pedro?
[Pedro] ¿Te ha llegado?
¿Qué se supone que es?
La foto de la que te hablamos.
Susana la imprimió dos horas antes de que la mataran.
[Jon] Es una foto del día de la batida cuando buscábamos a Anne, no creo que sea tan importante.
Tiene que haber algo en ella, algo que no sabemos ver, y mi jefa no va a investigarlo.
¿Y por qué me la has enviado a mí?
[Pedro] Porque ya no puedo hacer nada por su Susana, pero tú sí.
-¿Por fin me crees?
-[Pedro] No te equivoques.
Lo único que hago es darte una oportunidad.
Tú quieres demostrar que eres inocente, ¿no?
[Jon] Claro que sí.
Entonces, ayuda a encontrar al culpable.
Mi hijo ha dejado de preguntarme dónde está su padre.
Ha pasado mucho tiempo ya, y él se va a haciendo mayor.
A veces me alegra pensar que ya lo ha superado.
Y otras veces me da pena que ya no heche de menos a su padre, que ya no le recuerde, que se olvide de que unos asesinos le pegaron un tiro solamente por defender sus ideas.
Aunque, supongo que algunas cosas es mejor olvidarlas.
[suena música melancólica] Pensaba que ya te habías ido a Inglaterra.
En dos días.
¿Y has venido hasta Bilbao para despedirte del grupo?
No sé ni para qué he venido.
Estoy harta ya de escuchar siempre las mismas historias de intentar superar el pasado.
El pasado no se supera, se deja atrás, que es muy diferente.
O sea que nunca vamos a pasar página.
Se pasa página cuando se perdona.
Dile a Teresa que perdone al asesino de su marido.
O tú, al hijo de puta que te quitó la pierna.
Odiar es muy fácil, Leire.
Puedes odiar al terrorista que mató a tu padre, a su familia, a sus amigos, a quien quieras.
Pero, pero algunos de estos también sufren.
No me vengas ahora con estas gilipolleces, anda.
Algunos tienen que vivir con la vergüenza de llevar la misma sangre de un asesino.
Eneko no es como su hermano.
Tan solo es un buen chaval que, que quiere olvidar.
-Natalia, hola.
-Hola.
Vaya, no te había reconocido sin el bebé.
Está con mi madre, ahora voy a por él.
Siento mucho lo de tu amiga la ertzaina.
Parecía buena chica.
¿La conocías?
De pasada.
La vi el otro día en casa y luego me enteré de lo que pasó.
¿Fue a veros?
Sí, hace unos días, pero no llegó a entrar, se quedó en el coche hablando con Iñaki.
Yo justo salía a trabajar.
¿Y de qué hablaron?
Ni idea.
[timbre de teléfono] Perdona.
Mira, ¿a ti te suena de algo esta fotografía?
[Ainhoa] Es el día de la batida, ¿no?
-¿Cómo lo sabes?
-Por el traje de Iñaki.
Ese solo se lo ponía para reuniones importantes y aquella mañana tenía una en Barcelona, pero lo canceló todo y volvió para buscar a Anne.
¿Que Iñaki canceló un viaje?
Eso no lo sabía, sería la primera vez.
Sí, sobre todo porque no tragaba a Anne, ya lo sabes.
Desde la noche anterior decía que era una estupidez buscarla, y que seguro que andaba de viaje por ahí.
¿Y notaste algo extraño sobre él aquellas semanas?
Hmm, ¿a qué vienen tantas preguntas?
No me gusta estar metida en este tipo de historias.
Si quieres saber algo de Iñaki, pregúntaselo directamente a él.
Sois hermanos, por poco que os guste a ambos.
[timbre de teléfono] -Sí, Germán.
-[Germán] Aitor, te llamo a ti porque Begoña no me contesta.
-¿Te cojo bien?
-[Aitor] Sí, sí, dime.
Mira, he hablado ya con los del seguro de este hombre y me dicen que está todo en orden.
¿Este hombre?
[Germán] Si queréis, hacemos ya el primer pago.
Necesito las firmas de los dos.
Yo redacto el documento y a primera hora lo tenéis.
Un momento, un momento, espera, espera, espera, Germán.
A ver, vamos a empezar desde el principio.
¿De qué me estás hablando?
Mira, si vienes para hablar de negocios, hay que pactar una reunión antes.
Habla con mi secretaria a ver si tiene un hueco esta semana.
¿Cancelaste un viaje de negocio para estar en la batida de Anne?
¿Por qué?
¿A qué viene esa pregunta?
Tu novia había desaparecido, ¿qué iba a hacer?
Nunca la soportaste.
¿Me equivoco?
¿Y qué hacía en la batida?
¿Hmm?
¿Qué hacía buscándola con todos vosotros?
Dímelo tú.
¿Asegurarte que no encontrásemos ninguna prueba que te incriminase?
Madre mía.
Sí que estás perdido.
Ya.
¿Por qué fue Susana a verte antes de que la matasen?
Porque andaba dando palos de ciego, igual que tú.
¿Y qué te dijo?
Me preguntó por ti, me preguntó por Ainhoa, me preguntó por un coche viejo de mamá.
¿Yo qué coño sé dónde está ese coche?
¿Ainhoa está en casa?
¿También vas a ir a por ella?
Espérate, por favor, que quiero estar en primera fila.
[suena música tensa] No te odio.
Al contrario, te entiendo perfectamente.
¿Sabes por qué?
Porque tú y yo somos iguales.
Aprovechamos las circunstancias.
-Yo no soy así.
-¿No?
Has hecho que Jon confíe en ti, que mi padre se deje una pasta en tus laboratorios.
Los laboratorios también son de Jon.
Mi padre nunca se ha dejado ni un céntimo en ninguna de las locuras de Jon... hasta ahora.
Dime cómo cojones lo has conseguido.
Piensa lo que te dé la gana, pero yo a tu hermano le quiero y jamás le haría daño.
Anne, a mí no me engañas.
La gente como tú y como yo llevamos cruz a cuestas.
No podemos querer a nadie.
Puede que tú no.
Pero ¿sabes la diferencia entre tú y yo?
Que yo me acepto tal y como soy.
Anne.
No voy a dejar que te aproveches de nosotros.
No vas a sacar ni un puto céntimo a mi familia, ¿entiendes?
Intenta impedírmelo.
[suena música tensa] Vaya, parece que llego tarde.
Al contrario.
No sé de qué va todo esto, pero creo que hemos llegado justo a tiempo.
¿Cómo has podido, Jon?
Maite Otxoa.
[suspiro] ¿Maite Otxoa?
¿En serio?
Ni siquiera tú puedes ser tan estúpido, Jon.
Parece que sí que ha podido.
Fue un error, Javi.
Una tontería nada más.
[Ainhoa] ¿Una tontería nada más?
Javi es el único que te ha defendido todos estos años, el único.
¿Y así se lo pagas?
¿Sabes las consecuencias que va a traer esto?
Bueno, esto es algo que deberían arreglar los chicos entre ellos.
[Begoña] Pero nos afecta a todos, Aitor.
Jon está en el punto de mira de la ertzaintza.
¿Sabes lo que van a pensar ahora?
Que se quitó del medio a Anne para poder estar con su hermana.
-Eso es una estupidez.
-¿Ah, sí?
Javi, de verdad que lo siento.
Ojalá pudiera hacer algo para arreglar esto.
¿Arreglar?
Tú nunca arreglas nada, Jon.
Tú lo jodes todo siempre.
¿Por qué no dejamos que Jon se explique?
Deja de defenderle ya, Aitor, esto no hay por dónde agarrarlo.
Desde que volviste, no has hecho más que arrastrarnos por el barro a todos.
Ha sido por lo de aita, ¿no?
Cállate, Javier.
Él dejó embarazada a Anne, así que tú tenías que devolvérsela de alguna manera.
¿Cómo...?
¿Mamá?
Eso no ha tenido nada que ver.
!¡Tú sabías cuánto la quería, hijo de puta!
!¡Lo sabías!
Mamá, ¿eso es cierto?
¿El niño de Anne era de aita?
Ya qué más da.
Los dos están muertos.
Tú lo sabías.
¿Qué?
Lo de Anne, tú lo sabías.
Yo acabo de enterarme ahora mismo.
[Jon] Has preguntado que si el niño de Anne era de aita.
¿Y eso qué tiene que ver?
Que no te ha sorprendido saber que estaba embarazada, te ha sorprendido saber quién era el padre.
Un día, hablando con Anne, me comentó que quería cambiar de ginecóloga, y le recomendé la mía.
Cuando fui a una revisión, a la doctora se le escapó.
Pensaba que yo lo sabía.
¿Te dijo si el niño era mío?
Me dijo que no quería contártelo todavía.
¿Nunca sospechaste de aita?
Bueno, veía gestos, miradas... ¿Y por qué nunca me lo dijiste?
Porque no quería creer que fuera verdad, Jon, porque, conociendo a Anne, era cuestión de tiempo que partiera en dos esta familia.
O de mandar a la mierda tu carrera política.
¿A qué viene eso?
[Jon] Anne sabía lo de la contaminación de la bahía.
Se lo dijo a Susana, y curiosamente, tú has hablado con Susana antes de que la matasen.
¿O sea que yo las maté?
Puede ser.
Te has vuelto loco.
Es increíble.
Lo único que quieres es encontrar un culpable, te da igual quién sea.
Como descubra que has tenido algo que ver en el asesinato de Susana, te juro que lo vas a pagar caro.
[suena música tensa] [Ainhoa] No lo entiendo, pero ¿por qué no?
Pues, porque estamos pasando una mala racha y, y prefiero esperar a arreglarlo con él.
Pero, mujer, si en cuanto se lo cuentes se le van a pasar los problemas de un plumazo, ya verás.
[Anne] Eso es lo que hace mucha gente, pero me parece un error.
Un niño no se tiene para arreglar ninguna pareja.
Bueno, Anne, pero es que esta niña ya está aquí.
No entiendo por qué no se lo cuentas.
No es suyo.
No es de Jon.
¿Cómo has podido ser tan hija de puta?
-¿Y de quién es?
-No es asunto tuyo.
Perdona, mi hermano es asunto mío.
¿Cuándo se lo piensas decir?
-Cuando llegue el momento.
-¿Ah, sí?
¿Y eso cuándo va a ser?
¿Cuando ya no tenga más pasta para sacarle?
¿Cuando mi familia deje de invertir en tus puñeteros laboratorios?
No tengo que darte explicaciones de nada.
A mi hermano tampoco, por lo que veo.
Pero no te preocupes, que ya se las doy yo.
Díselo... y al día siguiente los astilleros estarán cerrados.
¿De qué estás hablando?
De lo que habéis estando haciendo en la bahía.
¿Qué te crees?
¿Que nadie se iba a dar cuenta?
Nosotros no hemos estado haciendo nada en la bahía.
Llevo años trabajando en esas aguas, Ainhoa.
Años vigilando los niveles de contaminación, esos que no se corresponden con las mediciones oficiales que habéis hecho.
No tienes nada.
Tengo los análisis de las aguas de la bahía, y apuntan claramente a los astilleros.
Suelo dejar la ropa tirada por casa.
Odio compartir el postre.
Ah, y no sé cocinar.
[suena música emocionante] [música de intriga] ¿Has visto a ama?
No.
No, no ha venido.
¿Qué?
¿Mala noche?
-Aita y Anne, hay que joderse.
-Calla, calla, calla.
Y encima, Jon cree que tuve algo que ver con la muerte de Susana.
-Es acojonante.
-¿Tú también?
[Ainhoa] ¿A ti también te ha acusado o qué?
Ha acusado hasta al cura.
Va dando palos de ciego.
¿Tú crees que pudo ser él?
A estas alturas ya no me creo nada.
Ni a nadie.
¿Eso me incluye?
Mira, tengo mucho trabajo, ¿eh?
Luego te veo.
Inspectora, lo tenemos.
Sabemos dónde estuvo Susana esa última tarde.
Justo antes de morir, ¿verdad?
Sí, hemos rastreado la señal de su móvil.
Salió de aquí a media tarde y fue al centro de los pájaros.
Te he estado llamando.
Me he dejado el móvil en casa.
-¿Podemos hablar un momento?
-¿De qué?
¿De lo tuyo con Maite?
Creo que ya está todo claro.
Si lo llamas lo mío con Maite, muy claro no está.
Ya he perdido a Javier por este tema y no me gustaría perderte a ti también.
Jon, tu coche tiene un arañazo en un lado.
¿Cómo se lo hiciste?
-¿Un arañazo?
-Sí.
No lo sé, no me he fijado.
El otro día casi me atropellan.
Me dijiste que el conductor no te vio, que había sido un accidente.
Sí, puede que lo fuera, o puede que no.
El caso es que yo lo esquivé, pero el coche se rozó contra un árbol.
¿Me estás diciendo que fui yo?
No, te estoy diciendo que el coche tiene un arañazo en el mismo lado.
Pero a lo mejor alguien te lo cogió.
¿Otra vez?
¿En serio vas empezar con lo mismo?
¿Cuándo vas a dejar de tenerme miedo?
Yo no te tengo miedo.
[timbre de teléfono] Lo habías dejado en casa.
[timbre de teléfono] ¿Todo bien?
[Sara] Susana estuvo aquí la tarde antes de morir.
¿De qué hablasteis?
De Anne.
Me hizo algunas preguntas sobre ella, nada más.
¿Qué quería saber?
Si se medicaba.
O si lo había hecho alguna vez.
[Sara] ¿Y qué importancia podía tener eso?
[Maite] No lo sé, no me lo dijo.
También me preguntó si solía viajar a Madrid.
No entiendo nada.
[Sara] ¿Y tú qué respondiste?
¿Anne se medicaba?
Maite.
¿Lo hacía?
[Maite] ¿Estás bien?
Sí.
Es solo que a veces tengo muchas cosas en la cabeza y... y no sé qué hacer con ellas.
¿Te has metido en algún lío?
Ya me conoces, siempre ando metida en líos.
Yo creo que te comes demasiado la cabeza.
Supongo que tienes razón.
Yo no sé por qué, la verdad.
Tienes un trabajo estupendo, un novio guapísimo y encantador, y un tipazo que ya quisieran algunas.
Tienes una vida perfecta.
No lo es, Maite.
Nunca lo ha sido.
Pero bueno, el primer paso para superar los problemas es admitir que los tienes, ¿no?
¿Y después?
Después solo queda buscar ayuda.
[motor arranca] ¿Por qué no dijiste que Susana estuvo aquí hablando contigo?
Tenía miedo de que me detuvieran.
¿Por qué iban a hacer eso?
Cualquier persona que hubiese tenido contacto con Susana esa noche, sería sospechoso del crimen.
¿Y por qué se medicaría?
¿Por ansiedad?
Debe ser.
¿Tú nunca le pillaste ninguna pastilla o, o algo así en tu casa?
No.
¿Y los viajes a Madrid?
Alguna vez fue a visitar amigas de la universidad, pero no creo yo que tenga mucha importancia.
Pues, la debía tener para Susana, porque fue lo único que me preguntó.
¿A ti te dijo algo sobre esta foto?
No.
¿Por qué?
Porque estoy convencido que vino a hablar contigo porque apareces en esa foto.
Sí, bueno, también aparece Ainhoa ahí y Iñaki.
Y también fue a hablar con ellos.
Pero es que no entiendo la relación de la foto y las preguntas que te hizo.
No tiene ningún sentido.
Parece que nada lo tiene.
Oye, ten cuidado con la nueva, quiere un culpable y le da igual quién sea.
Si descubre que la coartada que me diste es falsa, también irá por ti.
No tiene por qué descubrirlo.
Hasta ahora no te he dado las gracias por eso.
No tienes por qué dármelas.
Eres inocente y punto.
[suena música intrigante] El contrato de los noruegos.
No sé cómo quieren seguir haciendo negocios con nosotros con todo lo que nos está cayendo.
Entonces, hay que enviarlo cuanto antes, que no tengan tiempo de pensarlo mejor.
He hablado con Germán.
Al parecer, vamos a pagar los gastos del marido de Susana durante un año.
Solo los que no cubra su seguro.
No te preocupes.
No me preocupa el dinero, me preocupa el motivo.
Era una amiga de mi hijo.
Tú a penas la conocías y mucho menos a su marido, pero no eres de las que van por ahí haciendo obras de caridad.
Si haces esto por ellos, es porque quieres acallar tu conciencia.
¿Por qué habría de acallarla?
Tú crees que Jon tuvo algo que ver con la muerte de Susana.
¿Me equivoco?
¿Cómo puedes pensar algo así de él?
La coartada.
¿Qué coartada?
Maite dijo que habían estado juntos en casa de Jon en el momento del crimen, pero yo fui a verla esa noche... Allí no había nadie, Héctor.
Mintieron a la ertzaintza.
Nos han mentido a todos.
-Sara.
-¿Qué?
¿Qué es esto?
El informe sobre las huellas que aparecieron junto a las de Susana.
Te ordené que te mantuvieras al margen.
Solo estaba intentando echar la mano con el papeleo.
[Sara] ¿Qué tenemos?
Son huellas de bota.
Tenemos modelo, marca y número.
Pero es como buscar una aguja en un pajar.
Alguien en este pueblo tiene estas botas, y tarde o temprano las encontraremos, y al asesino también.
[suena música intrigante] ¿Sabes el peligro que corres ahora?
Las pintadas son solo el principio.
¿Por qué estás tan segura?
Porque lo eran cuando las hacías tú.
¿Tú has vivido con Elena seis años en Bilbao?
A caballo entre Bilbao y Madrid.
¿Tú tienes secretos?
¿Cosas que pueden llegar a ser peligrosas?
Me estás asustando.
Anne me contó que había comenzado a ir a un psicólogo.
Estaba obsesionado con ella y que la agobiaba tanto que tuvo que suspender algunas sesiones.
¿Elena pudo ser la terapeuta de Anne?
No puede ser.
[suena música intrigante] [Jon] Todos hemos sufrido.
No eres la única que lo ha perdido todo.
Yo no lo he perdido, tú me lo has quitado.
No voy a parar hasta demostrarlo, porque no puedo hacer otra cosa.
-No más secretos.
-No más secretos.
Su coartada para el asesinato de Susana es falsa, no estuvieron juntos esa noche.
[sirenas de policía] [quejidos] !¡Traidor hijo de puta!
!¡Txakurra!
!¡No!
!¡Es él, detenedle!
!¡Detenedle, que es él!
-Detenedla.
-¿Qué haces?
Es Jon.
¿Qué hacéis?